Glenfiddich es una palabra de origen gaélico que quiere decir “valle del ciervo” como el que ilustra su botella con su popular cornamenta y elegancia. En LOCatamos ya hemos degustado y analizado dos de sus presentaciones más habituales:
– Glenfiddich 12 años
– Glenfiddich 15 años
En este salto, nos vamos al tope de la gama comercial, pese a que aún nos quedan los 21 y 30 años junto con alguna diablura que llega a los 40 y 50 años.
Claves del Whisky Glenfiddich 18 años
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- Elaborado en la destilería Glenfiddich, situada en Dufftown en la región maltera de los Speyside, Escocia.
- Su mezcla contiene una selección de maltas de la destilería con un proceso de añejamiento mínimo de 18 años. La maduración de las bases se realiza parcialmente en barricas que han contenido Olorosos de Jerez y en barricas de Bourbon. Posteriormente se realiza un maridaje en pequeños lotes para darles un ensamblado óptimo.
- Tiene una graduación de 40% de alcohol.
Catamos el Whisky Glenfiddich 18 años
De un color ambar brillante, en nariz, presenta notas de manzana asada con canela, corteza de naranja y naranja sanguina, nuez moscada, clavo y toques de pasas y vinos de Jerez tipo Oloroso y PX. La nariz es larga, elegante e invita a recrearse en ella. En boca, Glenfiddich 18 se abre con calma. Con una gran sedosidad y parsimonia se va abriendo lentamente y deja entrever matices de citricos naranjas escarchados, toques especiados, una base de madera especiada levemente asandalada y matices agradables de frutos secos como la avellana y la almendra junto a sensaciones de frutas blancas agradables y de final seco. El final es medio y acaba en alto con punch y fuerza pero sin estridencias.
Una opinión muy personal sobre los maltas, su mejor edad y relación calidad-precio la alcanzan alrededor de los 16-19 años de maduración. Este caso sigue la regla “a raja tabla” ya que este 18 mejora mucho respecto a los 12 y 15 años. Un whisky ideal para cualquier amante de los whiskys y una referencia a nivel Speyside.