La zona de Islay es famosa por sus whiskys llenos de aromas de humo de turba. Dentro de las destilerías de esta región seguramente Ardbeg es la más equilibrada entre volumen de producción y respeto por el producto: no suele filtrar, ni añade color y no rebaja a los 37,5-40 grados reglamentarios. Para nosotros este whisky Ardbeg Ten es una puerta de entrada maravillosa a los whiskys con presencia de humo.
Qué es el whisky Ardbeg Ten
Primeramente lo podemos clasificar como un whisky scotch single malt de la región de Islay con 10 años de envejecimiento mínimo. Además no está filtrado en frío ni coloreado y se embotella a una graduación de 46% de alcohol. Según el fabricante tiene una concentración de fenoles de 55 por millon (55 PPM).
Cómo se elabora Ardbeg ten single malt
El carácter ahumado se consigue en el whisky principalmente a través de los fenoles impregnados en la malta de cebada que se usa. Cuando se aplica el calor para cortar la germinación de la cebada (en el malteado) este calor proviene de humo de carbón vegetal llamado turba. De ahí proviene la expresión que describe a un whisky como turbado.
Cuando se elabora el mosto que posteriormente se fermentará y destilará para elaborar el whisky estas partículas de humo siguen en el proceso y aportar a la organolepsia su carácter ahumado.
Los whiskys de malta se envejecen durante un periodo mínimo de diez años en una mezcla de barricas que habían contenido bourbon. Dentro de estas barricas se encuentran barricas de primera y segunda llenada para encontrar más equilibrio en el sabor.
Dónde se elabora el whisky Ardbeg
La destilería de Ardbeg es una de las más populares de la región de las Islay de Escocia. Está situada en la parte del sur de la isla muy cerca de otras grandes destilerías como Laphroaig y Lagavulin. Se fundó en el año 1815 por John McDougall.
A qué sabe Ardbeg Ten
Además de poder encontrar de forma fácil las notas de humo tanto en nariz como en boca, no son exclusivas. También es fácil encontrar notas de especias dulces como la vainilla y notas salinas y yodadas que hacen de este whisky una experiencia compleja pero no dificil.
Nota de cata del whisky Ardbeg 10
Primeramente cuando lo pasamos por nariz nos aparecen diversas notas aromáticas integradas: especias dulces como la vainilla y sabias aromáticas (arce, bálsamo de copaíba), cítricos escarchados, humo y notas salinas y ligeramente yodadas.
Posteriormente al entrar en boca es elegante y equilibrado: las notas dulces de partida se equilibran con las cítricas y dejan que lentamente aparezca el matiz ahumado, el cual se va apoderando de la percepción pero sin empalagar. El final es largo y recuerda al los caramelos de mantequilla salada y a los rescoldos de una barbacoa al lado del mar.
Cómo disfrutar de este scotch whisky
Al tratarse de un malta marcadamente ahumado y de graduación media-alta, la mejor forma de disfrutarlo es solo, lentamente sin mezclar con agua o hielo. Como máximo unas gotas ligeras para abrirlo un poco de forma rápida.
Lo ideal es disfrutarlo con un buen vaso de whisky como el que nos proponen los amigos de Spiegelau. Junto a la copa lo ideal es contar con un buen vaso de agua con hielo que nos ayude a hidratarnos y a refrescar el paladar si es necesario.
Opinión del malta Ardbeg 10
Dentro de la potencia y la intesidad que posee un whisky de 46% de alcohol y una marcada potencia de ahumado, es muy equilibrado y sabroso, siendo perfecto para aquellos que quieren intoducirse o continuar con el mundo de los maltas ahumados y profundos. Además su relación calidad-precio nos parece muy buena.
