Gin tonic, cómo se hace

Gin tonic

¿Quieres saber cómo hacer un buen gin tonic? Te lo contamos de forma sencilla y amena, evitando tecnicismos e información innecesaria. Aprenderás a preparar un buen gin-tonic, respetando el carácter de los tres componentes de esta mezcla: la ginebra, la tónica y el aroma. También te daremos algunos detalles importantes, sugerencias y trucos para elaborar un buen gintonic.

La copa donde serviremos el gintonic

El primer aspecto a revisar es el recipiente donde servir la bebida. Tradicionalmente en hostelería se ha usado el vaso de tubo. Tiene muchas ventajas ya que es muy barato, se apila bien y ocupa poco espacio. Sin embargo, está muy lejos de ser adecuado para elaborar un buen gin-tonic. En primer lugar, debemos tener en cuenta que el recipiente ideal tiene que cumplir tres requisitos:

  • Una capacidad mínima de 50 centilitros. 
  • Debe tener la boca ancha.
  • Hay que poder cogerlos sin calentar la bebida.

El vaso de tubo tiene 30 centilitros de capacidad, la boca estrecha y al cogerlo se calienta la bebida. Por tanto, debemos descartarlo por completo para nuestros preparados. Solo podría ser una alternativa válida el vaso de sidra, que al menos cumple los dos primeros requisitos.

Nunca usar un vaso de tubo para elaborar ni tomar un gin tonic

Muchas personas asocian el gin-tonic con una bebida fuerte y con un intenso sabor a alcohol. Esto ocurre porque tradicionalmente lo hemos tomado en vaso de tubo. Estos vasos tienen unos 30 cls. de capacidad, por lo que es imposible incluir 8-10 centilitros de alcohol, dos o tres hielos y 20 centilitros de tónica.

Además, como la tónica es el ultimo ingrediente que se añade al combinado, sobran unos 10-12 centilitros de tónica en el botellín. De este modo, queda una parte de ginebra (o más) por cada dos partes de tónica. Conforme se va vaciando el vaso, se va rebajando el combinado con más tónica; de esta forma, la proporción del gintonic va cambiando en cada trago. Por lo tanto, un sistema muy lejos de ser idóneo y adecuado para saborear un gin tonic.

La distribución ideal de ingredientes para un gin-tonic perfecto

Para que el gin-tonic esté mezclado en las mismas proporciones desde que empezamos a tomarlo hasta que lo terminamos, hay que añadir todos los ingredientes en el momento de la elaboración. Un reparto adecuado sería este:

  • Ginebra: 4-6 cls.
  • tónica: 20 cls.
  • hielo: 20 cls.

Según esto, la copa deberá tener una capacidad mínima de 50 cls e, idealmente, entre 60 y 70 cls. Las copas balón estándar tienen una capacidad de unos 62 cls; por lo cual son una solución perfecta para preparar gin tonics.

El pie y la boca de la copa, fundamentales para saborear bien nuestra mezcla

Las copas balón tienen dos elementos muy importantes para disfrutar de un buen gin-tonic, la boca y el pie. El primer trago que damos a la copa lo hacemos por nariz, por lo que la boca es fundamental; necesitamos que la copa tenga la boca ancha para poder disfrutar mejor de los aromas. Otra gran ventaja de estas copas respecto a los vasos es el pie. Podremos evitar calentar la bebida y alterar su sabor, sujetando la copa por el pie.

El hielo, también importante para potenciar el sabor de la ginebra

Probablemente el hielo es el ingrediente al que se le da menos importancia cuando preparamos un gin-tonic. Pero el hielo es una pieza clave en la elaboración del gintonic; tiene que mantener fría la bebida pero sin aguarla, es decir, no se debe deshacer rápidamente. El tipo de hielo idóneo para un buen gin-tonic es grande, elaborado con agua osmotizada a muy baja temperatura y alta presión. Este es justo el tipo de hielo industrial que podemos encontrar en supermercados y gasolineras.

Enfriar la copa y escurrir el hielo antes de servir la ginebra

Lo primero que debemos hacer es poner en la copa una cantidad de hielo razonable para mantener la copa fría; pero también que nos permita beber sin dificultad, por lo que no deberemos poner demasiada cantidad. Normalmente suelen ser suficientes 4 ó 5 cubitos.

Usaremos una cuchara o agitador con movimientos circulares para enfriar la copa. Cuado haya agua en el fondo de la copa, será indicativo que la temperatura es correcta. Solo nos quedará retirar ese agua sobrante usando un colador de oruga o strainer.

Cómo usar la cantidad de ginebra adecuada para un gin-tonic

Los combinados como el gin-tonic son una bebida donde la proporción es muy importante pero también muy personal. Es decir, no hay una proporción ideal entre ginebra y tónica válida para todo el mundo; cada uno tiene su equilibrio y punto ideal.

Para encontrar este punto, puedes empezar con una proporción equivalente a un vaso de chupito (unos 4 o 5 centilitros) de ginebra por cada botellín de tónica (20 centilitros). Después puedes aumentar ligeramente la proporción de ginebra, que no debería sobrepasar los 7 centilitros.

Un medidor para controlar las medidas

Para poder medir de forma precisa la cantidad de ginebra que usamos, el medidor o jigger es una herramienta esencial. Porque permite garantizar que nuestros gin-tonics siempre quedarán iguales y los podemos disfrutar como a nosotros nos gustan.

No todas las ginebras tienen la misma graduación de alcohol, por lo que hemos de ajustar la cantidad de ginebra para mantener el nivel de intensidad del combinado.

Cómo servir bien la tónica en un gintonic

Las bebidas carbonatadas tienen dióxido de carbono (CO2) que, al interactuar con nuestro paladar, intensifican los sabores. Por eso es importante minimizar la pérdida de carbónico que se produce al preparar un gin-tonic. La clave está en que la tónica esté muy fría. Cuando más frío está el líquido, más cantidad de gas (y durante más tiempo) puede disolver. 

Por ello, la tónica debe estar bien fría antes de servirla y de esta forma conseguimos dos objetivos: mantener más tiempo y con mejor calidad la burbuja, pero también que no se funda hielo y nos agüe la copa.

Cómo mezclar bien la tónica con la ginebra

A la hora de mezclar la tónica con la ginebra, debemos proceder con cuidado. Si no lo hacemos así, se perderá una parte importante del gas debido al rozamiento. Esto provoca una excitación del carbónico, que se separa de la disolución y la tónica perderá sabor.

Una cuchara imperial o cualquier otro elemento recto (idealmente frío y húmedo) nos permitirá llegar al fondo de la copa; de esta forma nos aseguramos una menor pérdida de carbónico. Además esto permitirá que la ginebra y la tónica se mezclan de forma natural, sin que sea necesario remover ni agitar la copa (con la consecuente pérdida de carbónico y sabor).

Y ya está, ¡tu gin tonic estaría listo para ser saboreado! Solo faltaría aportarle tu toque personal aromatizándolo adecuadamente, pero eso lo dejamos para otra ocasión 😉

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